¿Alguna vez has tomado una decisión rápida que luego resultó ser la correcta, sin saber exactamente por qué?

¿Que es la intuicion? ¿Realmente la conocemos o son esas cosas que todos sabemos mientras nadie nos lo pregunta?

Muchos la definimos como esa voz interior, esa sensación de saber algo sin tener pruebas racionales que nos hace decidir algo rápidamente “sin pensarlo demasiado”.

Pero lo cierto es que este proceso de toma de decisiones intuitivas no es tan diferente al sistema racional.

Los dos sistemas de toma de decisiones

La ciencia sostiene que hay 2 “sistemas” de toma de decisiones, el sistema 1 seria el automático o intuitivo y el sistema 2 seria el racional. En que se diferencian?

  • Sistema 1: Rápido, automático, de manera preconsciente, con bajo desgaste cognitivo (entre otras cualidades)

  • Sistema 2: Lento, deliberado, racional, requiere un alto esfuerzo cognitivo (también, entre otras cualidades). Es el sistema que usamos para resolver problemas complejos.

Si bien activan algunas diferentes partes del cerebro, en su mayoría cuando decidimos por razones o por intuiciones el funcionamiento es mas o menos similar, lo que cambia es que en las racionales ENTENDEMOS el proceso de elección de la decisión que acabamos de tomar.

De hecho si bien se explica de manera binaria estos sistemas trabajan de forma conjunta y en comunicación constante. Un ejemplo: cuando aprendemos a manejar usamos el sistema 2 racional y una vez aprendido se usa el sistema 1 automático.

¿Cuándo debemos confiar en la intuición?

En nuestra vida cotidiana el 95% de las decisiones son automáticas.

¿Por qué hay gente que es muy intuitiva?

Bueno la respuesta es que en realidad hay gente que es mejor intuyendo ALGUNOS TEMAS que otro gracias a la gran cantidad de información que tienen recolectada en su cerebro.

Una intuición es mucha experiencia de datos recolectada de forma no consciente, son decisiones razonadas pero que no llegan a ser conscientes.

Donde priman las decisiones por intuición es en la vida social, son muchísimas las razones (y por lo general no las podemos explicar) las que nos llevan a elegir amistades, relaciones, etc.

Ahora bien, en momentos de incertidumbre el sistema 1, intuitivo, puede llevarnos a producir errores y caer en sesgos.

Por ende, podemos confiar en nuestra intuición cuando sean temas que seamos expertos (don Zoilo, hoy llueve? y Don Zoilo que lleva una vida entera atento a la lluvia de la que depende su cosecha otea el horizonte y nos responde con seguridad y rapidez).

 

¿Cómo la aprovechamos los magos? (ahora ustedes también, para llevarlo a sus ámbitos privados)

Como ya he dicho en algún artículo anterior, los magos somos especialistas en interferir en procesos cognitivos. La magia radica y vive en el cerebro de los espectadores.

Los magos buscamos ser aliados del sistema 1, interferimos a los procesos cognitivos para que los espectadores se mantengan en este sistema y no decidan pasar al sistema 2 (porque si pasan al sistema racional sentirán la necesidad de razonar lo observado).

Asimismo la magia deja en evidencia los automatismos y predisposiciones que caracterizan el funcionamiento de nuestro cerebro.

Existen técnicas en la magia para forzar decisiones, asimismo existen condicionamientos del subconsciente para aumentar las posibilidades de forzar estas decisiones (pero los condicionamientos lo dejamos para otra charla).

Como dije, los magos queremos que nos respondan rápido y con sesgos, entonces tener a una persona bien predispuesta en el escenario, ponerlo de buen humor y hacerlo sentir cómodo es clave para que luego, cuando lo presione sutilmente a tomar una decisión con poco tiempo y con pocos datos, él responda de forma inconsciente.

Para poner un ejemplo negativo, ¿Cuántas veces les ha pasado de estar frente a un vendedor que los presionaba de manera obvia? ¿Cuál es el resultado? El contrario al que pretende, o sea, yo como comprador noto esa presión y automáticamente levanto todas mis barreras, pongo mi sistema 2 en funcionamiento y estoy atento a cualquier cosa que me diga sopesándola.

 

¿Alcanza sólo con la presión para mantenerlo en el “sistema intuitivo”?

Una vez obtenida la decisión o respuesta que buscaba (dentro del sistema 1) mi función es generar un camino que simula ser “lógico”, claro y transparente para guiar a los espectadores por todo el proceso para que el sistema 2 se mantenga siempre adormecido ya que al cerebro lo guiamos por un camino de decisiones libres, racionales y sobre las que le ofrecimos incluso oportunidades de cambiar y meditar bien.

Conclusión

  • La intuición no es un sexto sentido.

  • Se basa en la experiencia acumulada que tenemos en un tema específico.

  • Cuanto más conocimiento y experiencia tengamos en algo, mejor será nuestra intuición. Confiemos cuando sepamos que somos expertos en una materia y necesitemos tomar una decisión rápida y no tengamos tiempo de analizar toda la información.

  • Tomémonos un tiempo para sopesar nuestras decisiones cuando estamos frente a escenarios que no conocemos o de mucha incertidumbre.

La próxima vez que te enfrentes a una decisión importante, no tengas miedo de escuchar a tu intuición, puede que te sorprenda lo bien que te guía.

¿Te pasa?

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