Descubre cómo la maldición del conocimiento y el sesgo egocéntrico pueden transformar tu enfoque empresarial.

 

Desvelando la Magia a la Gestión Empresarial: Lo que los Magos Podemos Enseñar Sobre los Sesgos Cognitivos

Como mago profesional, mi trabajo “exterior” consiste en sorprender y entretener a la audiencia, para lograr esto, mi trabajo “interior, puertas dentro” es comprender profundamente cómo piensan y perciben el mundo quienes están frente a mí.

Para lograrlo, hago uso de ciertos sesgos cognitivos que todos compartimos. Hoy nos centraremos en el sesgo del conocimiento y el sesgo egocéntrico.

Pero, ¿Qué pasaría si te dijera que estas mismas herramientas que usamos en el arte de la magia pueden ser aplicadas de manera efectiva en el mundo empresarial?

 

La Maldición del Conocimiento: Saber Demasiado Puede Ser un Problema

La maldición del conocimiento es un sesgo que se manifiesta cuando olvidamos que los demás no poseen la misma información que nosotros.

Imagina que has pasado años perfeccionando una técnica o habilidad para aplicar a un efecto de magia. Para uno, el proceso es tan conocido que resulta difícil entender por qué la audiencia se engaña. Este mismo fenómeno ocurre en las empresas cuando los líderes, con vastos conocimientos y experiencia, suponen que sus equipos comparten las mismas perspectivas y comprensiones.

Un ejemplo práctico en el ámbito empresarial ocurre durante la comunicación interna. Los líderes pueden asumir que los objetivos y estrategias son claros para todos simplemente porque ellos los entienden perfectamente. Sin embargo, si no se comunican de manera efectiva, explicando el contexto y los detalles necesarios, los equipos pueden sentirse desorientados o desconectados. La clave está en ponerse en los zapatos del otro, recordar lo que es no saber y adaptar el mensaje para que todos puedan comprenderlo.

Tengo innumerable cantidad de ejemplos de haber entrado a reuniones donde te piden que tomes una decisión rápida sin haberte dado de antemano ni un sólo dato de contexto.

Otro problema que suele verse por la maldición del conocimiento es la de comunicarse de manera poco efectiva, cuanto más se sabe peor se explica… o como decimos en el barrio “te habla en difícil”

 

El Sesgo Egocéntrico: Ver el Mundo a Través de Nuestras Propias Lentes

El sesgo egocéntrico, por otro lado, es la tendencia a basarnos en nuestra propia perspectiva cuando intentamos entender la de los demás. Como magos, sabemos que lo que sentimos al presentar un truco no es necesariamente lo que percibe la audiencia.

Es muy normal escuchar a los alumnos cuando realizan sus primeras presentaciones decir que estaban muy nerviosos y sin embargo suele ocurrir que esto no sea evidente para el público. Escucho muchos comentarios del estilo “Te juro que no se notó para nada” cuando el mago le pide perdón a su amigo o familiar que lo fue a ver por haber estado tan nervioso.

Los nervios internos que ellos experimentan sienten que todo el mundo lo nota. No siempre es así.

En el mundo de los negocios, este sesgo se manifiesta cuando los líderes y emprendedores subestiman las dificultades que sus equipos pueden enfrentar al ejecutar una tarea que ellos mismos dominan. Por ejemplo, un directivo altamente capacitado puede no comprender por qué un nuevo empleado lucha con una tarea que él considera básica.

Este sesgo puede traer aparejado una fuerte falta de empatía y tener expectativas poco realistas sobre nuestros equipos.

 

Aplicaciones Prácticas: Del Escenario a la Sala de Reuniones

¿Cómo podemos entonces aplicar estas lecciones del escenario a la sala de reuniones?

  1. Comunicación Clara y Empática: Al igual que en un truco de magia, donde cada paso debe ser cuidadosamente diseñado para guiar a la audiencia, en el mundo empresarial es crucial desglosar la información y asegurarse de que todos los miembros del equipo entiendan el “cómo” y el “por qué” de las decisiones.
  2. Toma de Decisiones Informada: Antes de tomar decisiones que afecten al equipo, es importante considerar las diferentes perspectivas. ¿Estamos viendo el panorama completo o solo a través de nuestras propias lentes? Involucrar a los demás en el proceso no solo enriquece las decisiones, sino que también crea un sentido de pertenencia y compromiso.
  3. Entrenamiento y Desarrollo: Al diseñar programas de capacitación, es vital recordar que no todos comparten el mismo nivel de conocimiento o experiencia. Crear contenido que aborde diferentes niveles de comprensión puede hacer que el aprendizaje sea más inclusivo y efectivo.

 

Reflexión Final: Desenredando la Ilusión

Al final del día, tanto en la magia como en los negocios, se trata de crear experiencias significativas.

Reconocer y mitigar los sesgos cognitivos como la maldición del conocimiento y el sesgo egocéntrico puede hacer la diferencia entre una presentación fallida y un truco que deja a todos asombrados. Así que la próxima vez que te encuentres liderando un proyecto o tomando una decisión, pregúntate: ¿Estoy viendo esto desde la perspectiva adecuada? ¿Estoy asumiendo que los demás saben lo que yo sé?

Quizás no sea necesario hacer magia, pero un poco de empatía y reflexión puede transformar cómo nos relacionamos con los demás en el ámbito empresarial. Porque al final, el verdadero truco está en ver el mundo no solo desde nuestra perspectiva, sino desde la de aquellos que nos rodean.

 

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